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¿Eres un copywriter de interior o de exterior?

Cuando hablamos de la figura del copywriter surgen, inevitablemente, etiquetas asociadas. Así, no solo se es «copy trainee», «copy junior» o «copy senior», sino además «copy digital», «copy creativo», «copy on/off», «copy freelance», «social copy» o «copy bilingüe». Y lo que nos queda por oír o leer.

De hecho, vamos a añadir dos nuevas etiquetas. Son el resultado de haber conocido y observado a muchos copies y, por supuesto, de haber trabajado con ellos. No se basan tanto en las aptitudes del copy, como en sus actitudes. Nos referimos al «copy de interior» y al «copy de exterior». (No, tampoco tiene que ver con su lugar de origen o residencia).

Un «copy de interior» sería alguien que pasa la mayor parte del día en su lugar de trabajo, ya sea una agencia, el departamento de marketing de una empresa o un espacio de coworking. Las jornadas laborales de hoy tienden a retener a los empleados más horas de las previstas, pero la diferencia en el caso del «copy de interior» es que se retroalimenta de trabajo y en el trabajo. Por un lado, sus compañeros son los mejores filtros de sus ideas y sus textos. Por otro, considera que todo lo que necesita para hacer un buen trabajo está en Internet. En el histórico de «Cannes» y de todos los demás premios importantes en el ámbito mundial, busca ejemplos para replicar, detecta las tendencias de creatividad para el año siguiente. En los blogs encuentra ideas, frases que quizás utilizará más adelante. Las redes sociales son el caldo de cultivo de los mejores insights, «del sentir general», son su termómetro social. Por eso las rastrea. El DRAE y la Fundé están ahí para resolver sus dudas ortográficas, por supuesto. Podríamos decir que un «copy de interior» es teórico: pone el foco en la creatividad por encima de la utilidad. Cabría esperar que, para aislarse del mundanal ruido y concentrarse «en lo importante», el «copy de interior» llevara unos cascos del tamaño de su cabeza. No nos aventuraremos en sus gustos musicales, porque eso ya es pasarse.

Un «copy de exterior» pasa en su lugar de trabajo las horas estrictamente necesarias. Porque tiene mucho que hacer y mucho que ver «ahí fuera». Un «copy de exterior» también se apoya en Internet (¿qué trabajo hoy en día puede concebirse sin ella?). Pero prefiere empaparse de realidad. Para un «copy de exterior» la verdad está en la calle: en las barras de los bares, en el transporte público, en la cola del supermercado. Cree que en todos esos lugares brotan los verdaderos insights. Un «copy de exterior» es observador. Y siempre «pone la oreja» para no perderse «las perlas que suelta la gente» e interiorizarlas. Un «copy de exterior» aspira a entender qué mueve a todas esas personas, qué les emociona, que les preocupa. Podríamos decir que un «copy de exterior» es empírico porque su trabajo parte de la gente, sabe que sin ella carece de utilidad. Por eso intenta que ese primer filtro sea «la gente normal», en lugar de los creativos. Cabría esperar que un «copy de exterior» estuviera más bronceado o más en forma que el «copy de interior». Pero eso es aventurarse demasiado.

¿Te identificas con alguno de estos perfiles? ¿O tienes «un poco de cada uno»? ¿Encajan con algún compañero o empleado que tengas? Pues bien, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

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