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¿Qué nos fascina de historias como El Planeta de los Simios, Alicia en el País de las Maravillas o Los Viajes de Gulliver? A mí, principalmente que son territorios totalmente nuevos, con reglas diferentes al nuestro, en las que todo lo que consideramos seguro o establecido no lo es, en los que tienes que orientarte entre nuevas condiciones. En uno puedes hacerte pequeño y grande a voluntad, en otro todo es de tamaño diminuto y en otro son los simios los que tienen esclavizados a los humanos y la inteligencia de aquellos es superior.

Cuando yo veo Internet y los efectos que está produciendo, no puedo dejar de pensar en estas historias. Internet hace que lo que antes era irrelevante sea relevante; lo grande ahora puede ser pequeño y lo pequeño pasa a categoría de grande.

Un blog individual puede tener más influencia en un momento dado que un medio de comunicación con décadas de historia. Una web comercial o una app puede hacer rico a su autor frente a millones de empresas que trabajan diariamente para conseguir solo sobrevivir.

Un pensador que yo admiro mucho, Clay Shirky, decía al final de una de sus charlas en TED  que el modo más sencillo de distinguir una tecnología disruptiva de otra evolutiva era que la segunda nos permitía ir de A a B de un modo más eficiente, solo esto.  Este seria el caso del fax frente al correo: se mandaban documentos pero de forma más rápida, más eficiente. Pero eso no cambia el mundo. Sin embargo, una tecnología disruptiva nos llevará también de A a un punto B, que no conocemos, pero en medio producirá un caos, que puede durar décadas. Este caos es el preludio de una nueva etapa de evolución social y se produce porque se cuestionan todos los modelos de negocio establecidos.

Un ejemplo clásico fue la imprenta, su extensión abarató los libros, con esto las ideas se extendieron y la libertad de pensamiento llevo al cuestionamiento del orden social, llegó la Reforma y con ella las guerras de religión que tuvieron a Europa sumida en un caos durante décadas. El mundo había cambiado y comenzó una nueva etapade mayor libertad y prosperidad.

Internet es una tecnología disruptiva, en la definición de Shirky, y se nota en que cada sector que es afectado por él se desbarata completamente. Así está pasando con la música, con los medios de comunicación, con el comercio o la comunicación.Habrá un Nuevo Mundo diseñado a partir de la irrupción de Internet en todos los ámbitos de nuestra vida. Habrá una economía Internet diferente a la actual, pero mientras tanto solo vemos el caos y la tensión de lo antiguo que no acaba de morir y lo nuevo que no acaba de nacer, como la famosa frase de Gramsci para definir lo que era ‘crisis’.

En esta evolución, como siempre, muchos ven sobre todo riesgos y otros oportunidades, pero la verdad es que lo que hay para todos es incertidumbre. Todavía no sabemos hacia dónde vamos, pero todos los modelos de negocio están cuestionados, así como la relación con el poder que también vendrá cuestionada por conceptos como el gobierno abierto (open-gov) o la e-democracia.

Todo Nuevo Mundo precisa de exploradores que cuenten lo que han visto y experimentado y que, con ello, tracen los nuevos mapas, que reflejen las nuevas reglas, los nuevos territorios. Así pasó tras el descubrimiento de América o la exploración de África, no fue completa hasta que dispusimos de mapas que permitieron saber que era un nuevo continente y cuales eran sus límites y geografía.

Tener un mapa, un modelo de una nueva situación con la que orientarnos, da una seguridad que permite seguir adelante, aunque los primeros mapas no sean correctos o precisos. Así ha ocurrido siempre, los mapas sirven sobre todo para dar seguridad de que se sabe dónde estás y a dónde vas.

En Neolabels nos sentimos así, cartógrafos de este Nuevo Mundo que va creando Internet, en especial en su vertiente de los cambios que está produciendo en la comunicación, donde las reglas ya son definitivamente otras, como vamos desgranando cada semana en estos posts. Cada día exploramos nuevas tierras y tenemos un mapa más detallado de esa delicada relación entre seres humanos a la que llamamos comunicación.

Esta metáfora del mapa y del nuevo territorio nos sirve para entender nuestro trabajo y para ayudar mejor a nuestros clientes en este tránsito hacia un nuevo modelo de comunicación influenciado por un entorno Internet en todos los ámbitos.

En esta presentación compartida en slide share resumimos nuestras reflexiones sobre lo que a lo largo de los siglos han significado tanto los mapas como su función como mediadores con la realidad.

¡Nos vemos en el Nuevo Mundo!

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