La realidad virtual todavía se encuentra en una fase incipiente, sin embargo, cada vez se está convirtiendo en un tema que genera un gran interés. Recientemente podemos observar como está pasando del universo truco tecnológico al plano funcional con una aplicación en el mundo real, útil y tangible.
El ejemplo más reciente es el de “Academia Matrix” de L’Oreal, un programa educativo para los estilistas de belleza. El programa de educación en Realidad Virtual permitirá a los estilistas aprender nuevas técnicas con sólo colocarse un dispositivo de realidad virtual como el HTC Vive y descargándose la app que les permite el acceso al salón virtual. A pesar de que actualmente hay 30 Academias Matrix en los EE.UU., atravesar el país para aprender con los nuevos instructores puede resultar un esfuerzo costoso a nivel de tiempo y dinero para muchos estudiantes. Al mismo tiempo, los videos tutoriales en 2D a los que nos hemos acostumbrado con los blogueros de belleza en YouTube simplemente no son el mejor formato para aprender nuevas técnicas ya que carecen de toda esa dimensión práctica y experiencial.
Durante el 2016 hemos visto un crecimiento de los usos de la realidad virtual que van más allá del mero juego y entretenimiento introduciéndose esta tecnología en otro tipo de industrias. La educación es una de las áreas que ha visto una importante inversión y experimentación en este campo, además de que empresas como Samsung, Lockheed Martin y McDonald han aplicado la RV tanto para entretener como para informar a los consumidores.
Pero la Academia Matrix de L’Oréal es sin duda uno de los ejemplos más convincentes de cómo la realidad virtual es funcional. Esta experiencia permite a los estilistas aprender sobre las técnicas de corte de pelo cuando quieran – no sólo cuando la academia realiza visitas profesionales a su salón. Y desde el punto de vista de L’Oréal, disponen de una alternativa asequible para poder enseñar a los estilistas nuevas habilidades a través de un solo representante de la casa. Sin duda un gran ejemplo de cómo tanto los consumidores como las marcas pueden salir beneficiadas a través de una estrategia innovadora contando con la tecnología como un agente facilitador de la experiencia.
